A vueltas con la amistad
Sin dudar es el caso más atípico de amistad q conozco. Con él he pasado por todos los estadios de la amistad, de la adoración al «odio», del pasotismo a añorar esos monólogos que me echa de vez en cuando y que me hacen reflexionar tanto. A pesar de saber que no formo parte de su circulo cerrado de amigos(q lo entiendo), el a mi manera si forma parte del mío.
He pasado de renegar de él por pensar equivocadamente que podía disponer de su tiempo a jornada completa y eso no puede ser, es malo querer absorber tanto; a volver a necesitar de su supervisión paterna para seguir adelante. Soy consciente que es malo depender tanto de la gente, pero no es gente en general…son MI gente, mis amigos.
Yo no sé si es por la edad que tiene y todo lo que ha vivido, sus experiencias y lo que ha compartido que tiene el don de la palabra y esa sensibilidad que parece más propia de una mujer que de un hombre.
Sé que hay muchas cosas de él que desconozco porque se las reserva, pero solamente con lo que ha mostrado me ha ayudado a dar el último salto para tomar una de las decisiones más importantes de mi vida, ser consciente de la necesidad que tengo de conocerme a mi misma.
Así que puedo afirmar que a pesar de mis cabreos y mis ganas de estrangularlo a veces, él es un amigo como pocos y define por completo el concepto de la amistad, no es una utopía…existe, muchas gracias por hacerla posible. 🙂