Actos
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- 29 marzo, 2011
Toda nuestra vida está llena de promesas incumplidas, de sueños rotos.. de lagrimas reprimidas... de aparentes actos de rebeldía… q esconden una pena, un dolor no superado y que por el mero hecho de ocultarlo no quiere decir que desaparezca. No somos más fuertes por dar la imagen de serlo, no somos felices porque nos vean reír… no somos más grandes por realizar alguna proeza públicamente para que nos reconozcan el merito.
La grandeza está dentro de cada uno y el como alcanzarla depende unicamente de nosotros mismos. Debemos aprender a aceptar día a día los retos q el dolor nos propone… y no resignarnos ya que llegará el momento en que se irá… nos levantaremos y sentiremos una fuerza, una seguridad que se transmitirá en cada paso que demos… y esto no será un espejismo, será real.. pero para llegar a esto tienes que pasar un duelo, no sortearlo.. así que enfrentalo y sonríe porque no sabes la belleza que podrá tener tu mañana, pero eres consciente de los sueños que albergas y la capacidad que tienes para realizarlos…
Lo que quiero decir es que hay muchas maneras de manejar situaciones, pero aparentar hacerlo no es la mejor opción. Supongo que hay personas que necesitan tiempo para asimilar su «nueva vida»
Reflexión sobre una conversación sobre un amigo que lo está pasando mal, aunque no creo que sea consciente de cuanto. Muchos hemos sido o somos él…pero hay que tirar palante 😀
